Los reactores modulares pequeños, conocidos como SMR por sus siglas en inglés, representan una innovación significativa en el campo de la energía nuclear. A diferencia de los grandes reactores tradicionales, los SMR tienen una potencia de hasta 300 megavatios y están diseñados para ser construidos y ensamblados en fábricas antes de su instalación en el lugar de operación. Esta modularidad no solo facilita su transporte y ensamblaje, sino que también permite su instalación en lugares donde antes no era viable establecer infraestructura nuclear.
Los SMR son una respuesta a los desafíos energéticos actuales, ofreciendo mayor seguridad, flexibilidad y eficiencia. Los diseños actuales permiten que estos reactores sean más compactos y se fabriquen en serie, lo que reduce costos, tiempos de instalación y mejora la calidad de la construcción. La capacidad de producirlos de manera estandarizada abre la oportunidad de llevar energía a regiones remotas o con infraestructura limitada, diversificando así la matriz energética.
El funcionamiento de los SMR se basa en el mismo proceso de fisión nuclear que las centrales nucleares convencionales. La fisión es el proceso mediante el cual se dividen núcleos de átomos pesados, generando una gran cantidad de energía en forma de calor. Este calor se utiliza para calentar un fluido que luego mueve una turbina conectada a un generador, produciendo electricidad.
Lo que distingue a los SMR es su diseño compacto y la inclusión de sistemas avanzados de seguridad. Muchos SMR incorporan sistemas de refrigeración pasiva, lo que significa que pueden enfriarse automáticamente en caso de fallo, sin necesidad de intervención humana o suministro de energía externa. Además, su diseño modular permite que se escalen según las necesidades energéticas, y en caso de requerirse más energía, se pueden adicionar más módulos.
Una de las principales ventajas de los SMR es su adaptabilidad a diferentes entornos. Pueden ser instalados en terrenos pequeños o complicados, donde los reactores nucleares convencionales no podrían establecerse. Son una opción viable para la reconversión de antiguas plantas de carbón, aprovechando su infraestructura existente y personal capacitado para la transición hacia una producción de energía más limpia.
Además, su uso se está evaluando en industrias para proporcionar energía y calor a procesos productivos, mejorando la eficiencia y reduciendo emisiones de carbono. También existe interés en su aplicación en plataformas offshore, zonas fronterizas e infraestructuras críticas que requieren un suministro energético continuo y seguro.
El desarrollo de los SMR está avanzando en varios países. Estados Unidos, Canadá, Argentina, Rusia, el Reino Unido y Rumanía están llevando a cabo proyectos piloto, algunos de los cuales ya están en fase de construcción. Un ejemplo es la planta flotante Akademik Lomonosov en Rusia, que comenzó a generar electricidad en 2019 para una red aislada.
En China, el reactor modular HTR-PM, el primero de alta temperatura refrigerado por gas, entró en operación comercial en diciembre de 2023. El Organismo Internacional de Energía Atómica ha creado plataformas de apoyo para el desarrollo seguro de estos reactores, y tanto la Unión Europea como la OCDE han mostrado interés en los SMR como solución para alcanzar objetivos climáticos y fortalecer la seguridad energética.
Los reactores modulares pequeños son una solución innovadora en el ámbito de la energía nuclear. Ofrecen una fuente de energía más limpia y segura que puede ser utilizada en diversas aplicaciones, desde zonas remotas hasta grandes instalaciones industriales. Su diseño modular hace que sean económicamente viables y adaptables a diferentes necesidades energéticas, contribuyendo significativamente a la transición hacia un futuro energético más sostenible.
Sus principales ventajas incluyen la reducción de emisiones, mejora de la seguridad y la capacidad de integración con energías renovables. Al poderse fabricar en serie, representan una opción accesible para satisfacer las crecientes demandas de energía de manera responsable y eficiente.
Para los profesionales del sector energético, los SMR representan un cambio de paradigma en la generación de energía nuclear. Su diseño estandarizado y modular reduce significativamente los costos de instalación y operación, mientras que sus avanzados sistemas de seguridad minimizan los riesgos asociados a la energía nuclear convencional.
La capacidad de implementar SMR en antiguos sitios de generación de energía y su integración con procesos industriales complejos abren nuevas oportunidades para su uso. Además, su compatibilidad con las energías renovables y el potencial para operar en áreas no atendidas por la red eléctrica convencional refuerzan su papel en el mix energético del futuro.
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